«Al mirar atrás, las horas que pasé jugando con mis juguetes son recordadas con cariño. Cada figura y juego eran puertas a mundos de fantasía, aventuras emocionantes y risas interminables. Hoy, sentir esa misma chispa en los ojos de mis hijos al descubrir y disfrutar esos mismos juguetes, es revivir mi propia felicidad y darle vida a nuevas memorias que perdurarán en el tiempo.»